miércoles, 29 de mayo de 2013

Como redactar objetivos en un plan de estudios.



Esta sección tratará los siguientes temas:
  • Cómo fijar los objetivos de aprendizaje para el plan de estudios
  • Cómo seleccionar entre los muchos objetivos, a fin de crear un plan de estudios equilibrado, en vista de que la participación de los actores aumentará la presión sobre el plan.
Los objetivos de aprendizaje en el plan de estudios
Objetivos o Actividades
Antes de que los distintos actores comiencen a elaborar el plan de estudios, es necesario distinguir claramente cuáles serán los objetivos de aprendizaje y cuáles los contenidos y actividades que estructurarán el plan.
Los objetivos de aprendizaje
Son el resultado que se propone alcanzar el programa de educación y capacitación: es decir qué tipo de estudiante deberá graduarse en este programa de estudios. Según el enfoque de conocimiento-aptitudes-actitudes, estos objetivos deben fijarse separadamente en esas tres áreas. El plan de estudios por lo tanto tendrá que establecer:
  • lo que los estudiantes deben saber cuando termine el curso (conocimiento)
  • lo que deben saber hacer (aptitudes); y
  • qué clase de personas deberán ser (actitudes).



Redactando los objetivos de aprendizaje
Como vimos anteriormente un objetivo equivale a resumir lo que los estudiantes deberían ser o lo que deberían ser capaces de hacer después de haber concluido, con éxito, un curso, una capacitación, o una experiencia didáctica determinada. Es decir, que debería haber un cambio en la conducta del estudiante, el cual pueda ser medido de alguna manera. A veces los objetivos pueden dividirse en dos categorías: generales y específicos; en otros casos, estos se expresan sólo mediante descripciones específicas.
Muchos docentes y capacitadores planifican la enseñanza en términos de lo que harán ellos. El punto más importante es recordar que los objetivos deben estar expresados en términos de lo que el estudiante será capaz de hacer después del período de aprendizaje. Pero para lograrlo se necesita quitar énfasis a lo que los docentes/capacitadores harán y poner más hincapié en lo que los estudiantes deberán hacer. Si se aferra este concepto se tiene la clave para redactar los objetivos de aprendizaje.
Cuando preparen los objetivos específicos, los elaboradores del plan de estudios deberán tratar de asegurarse que:
  • los objetivos estén descritos en términos de lo que los estudiantes serán capaces de hacer después del curso
  • la conducta deseada haya sido identificada en términos precisos y especificar que esta conducta podrá ser observada (una evaluación de estas actividades debería ser posible). Dicha conducta estará relacionada con el conocimiento, las aptitudes o actitudes;
  • las condiciones en que la conducta deseada deba manifestarse hayan sido estableadas;
  • el criterio o desempeño estándar que el estudiante debe lograr para que se le considere aceptable haya sido fijado.
Por lo tanto, cuando se escriban los objetivos hay que tomar en cuenta una serie de pasos:
  • determinar el cambio de conducta: Para lograr este objetivo, el estudiante debe cambiar su conducta. Para evaluar si esto ha ocurrido, es necesario contar con evidencias. Esto se puede lograr al incluir un verbo que describa la acción que el estudiante deberá ser capaz de realizar después de haber concluido su período de aprendizaje, por ejemplo, resolver, definir, identificar, reconocer, hacer una lista, enumerar, construir, expresar, explicar, o seleccionar. Algunos verbos deberían ser evitados en la medida de lo posible, por ejemplo, saber, entender, disfrutar, pensar, o apreciar.
  • establecer la condición bajo la cual el cambio de conducta debería manifestarse (por ejemplo, período de tiempo, etc.); y
  • especificar criterios de desempeño aceptables.

VERBOS OBSERVABLES PARA
OBJETIVOS DE INSTRUCCIÓN DEL DOMINIO COGNITIVO
[2]
*dependiendo de las acepciones (distintos significados según el contexto) con el que se use, algunos verbos se pueden aplicar a más de un nivel.
Conocimiento:
Recordar información
Comprensión:
Interpretar información poniéndola en sus propias palabras
Aplicación:
Usar el conocimiento o la generalización en una nueva situación
Organizar
Definir
Duplicar
Rotular
Enumerar
Parear
Memorizar
Nombrar
Ordenar
Reconocer
Relacionar
Recordar
Repetir
Reproducir
Clasificar
Describir
Discutir
Explicar
Expresar
Identificar
Indicar
Ubicar
Reconocer
Reportar
Re-enunciar
Revisar
Seleccionar
Ordenar
Decir
Traducir
Aplicar
Escoger
Demostrar
Dramatizar
Emplear
Ilustrar
Interpretar
Operar
Preparar
Practicar
Programar
Esbozar
Solucionar
Utilizar
Análisis:
Dividir el conocimiento en partes y mostrar relaciones entre ellas
Síntesis:
Juntar o unir, partes o fragmentos de conocimiento para formar un todo y construir relaciones para situaciones nuevas.
Evaluación:
Hacer juicios en base a criterios dados
Analizar
Valorar
Calcular
Categorizar
Comparar
Contrastar
Criticar
Diagramar
Diferenciar
Discriminar
Distinguir
Examinar
Experimentar
Inventariar
Cuestionar
Examinar
Organizar
Ensamblar
Recopilar
Componer
Construir
Crear
Diseñar
Formular
Administrar
Organizar
Planear
Preparar
Proponer
Trazar
Sintetizar
redactar
Valorar
Argumentar
Evaluar
Atacar
Elegir
Comparar
Defender
Estimar
Evaluar
Juzgar
Predecir
Calificar
Otorgar puntaje
Seleccionar
Apoyar
Valorar


VERBOS OBSERVABLES PARA
OBJETIVOS DE INSTRUCCION DEL DOMINIO AFECTIVO
[3]
Aclama
Acuerda, Conviene
Argumenta
Asume
Intenta
Evita
Reta
Colabora
Defiende
Esta en desacuerdo
Disputa
Participa en
Ayuda
Esta atento a
Se Une a
Ofrece
Participa en
Elogia
Resiste
Comparte
Se ofrece como voluntario

La educación pública en México, ventajas y desventajas.



Educación Pública en México.
El mayor desafío para la educación pública mexicana es la calidad, además, a nivel internacional, se reconoce que los sistemas educativos, exceptuando el sistema japonés, han cambiado muy poco pero, mal de muchos, es consuelo de tontos. También es notorio que la educación pública se mantiene alejada de los cambios que en materia organizacional, se vienen presentando desde hace muchos años. Los conceptos como desempeño, decisiones participativas, resultados, calidad en el servicio y eficiencia no han sido de uso común en las escuelas públicas. Aunque las escuelas públicas tienen asegurada su clientela, pase lo que pase, independientemente de los resultados, la responsabilidad de educar con calidad no debe dejar de ser prioridad nacional pues de ello depende el progreso de México.
En la educación pública mexicana, a los estudiantes y a los padres de familia se les mantiene alejados de los procesos de cambio y de modernización y de todo lo que pasa en la escuela. Es común ver en las escuelas públicas de nivel primario, a los padres de familia que llegan hasta la puerta de la escuela y de allí, de la puerta hacia adentro, su participación es nula. El presupuesto público de educación solamente prevé tres rubros: el pago a los maestros, la construcción de aulas con equipamiento básico y la producción de libros de texto gratuitos. Conceptos como mantenimiento, limpieza, papelería, gises, borradores, material deportivo y recursos didácticos, no se contemplan como costos de operación en cada plantel. Si se necesita mejorar el edificio escolar pintándolo o construyendo aulas adicionales, ello se debe solicitar al presidente municipal o al gobernador del estado haciendo para ello labores de gestoría y formulando peticiones para lograr un apoyo que se considera especial en lugar de considerarse como un gasto regular. Muchas veces, a los maestros no se les dota de los materiales básicos para el desempeño de su trabajo, en ocasiones ni de escritorio o silla. Como si el ingeniero tuviera que aportar sus propios instrumentos de trabajo o la secretaria su propia maquina de escribir o su computadora.
En las escuelas públicas, la edad promedio de los pizarrones es la misma que la de la construcción del plantel pues no existe ningún tipo de reposición programada o no programada, de tal modo, a mayor edad del plantel, corresponde mayor grado de deterioro del edificio y el mobiliario, a menos que el director, los maestros y los padres de familia promuevan actividades para recolectar fondos para el mantenimiento del plantel.
El nombramiento de los directores de las escuelas públicas no está sujeto a una evaluación del perfil profesional ni de la capacidad para desempeñar las actividades propias del puesto de director y normalmente tampoco recibe capacitación previa o cursos de inducción. El nombramiento lo recibe el maestro que tenga derecho conforme al escalafón. Por otra parte, la jornada laboral del maestro se ha convertido en el equivalente a la jornada escolar y por ello, no hay tiempo disponible para la planeación, la organización y la capacitación. Además la jornada escolar con frecuencia se ve interrumpida por reuniones sindicales, reuniones con padres de familia, el cumpleaños del director, la celebración del día de algo o, en contados casos, eventos de índole académica.
En la práctica, el maestro nuevo es asignado a los primeros grados y a los maestros experimentados se les encomiendan los últimos y paradójicamente, aunque se reconozca que se requiere la mejor habilidad pedagógica en los primeros grados, se envía a éstos, a los maestros con menos experiencia. El maestro reconoce al director como la primera y más directa autoridad, de él recibe instrucciones y orientación para el desempeño de su trabajo. La jerarquía del director es fuerte y se impone por encima de cualquier tipo de criterios. El maestro reconoce al director como un maestro de mayor experiencia académica y laboral por lo cual le merece respeto.
En las escuelas públicas de nivel preescolar, primaria y secundaria, no existe una manera sistemática de comparar los resultados de un maestro contra su trabajo anterior o contra el de sus colegas; no hay registro institucional histórico con información adecuada. Como el alumno egresado va a continuar estudiando en otra escuela y tiene que mostrar en el nuevo plantel los conocimientos y habilidades que realmente adquirió, a los alumnos que cursan el sexto grado en la primaria, o el tercero en la secundaria, se les otorga especial atención en un último intento por lograr que salgan ?lo mejor preparados?.
La relación entre padres de familia y maestros se desarrolla con dificultades, el maestro solicita el apoyo de los padres de familia cuando se requiere una aportación económica o cuando el alumno o alumna está creando problemas por motivos de conducta. Los conflictos con las sociedades de padres de familia, cuando éstas existen, tienen su razón frecuente en el manejo de los recursos económicos.
Definitivamente, es imprescindible mejorar la educación pública y lograr resultados satisfactorios, para ello, se requiere una nueva forma de hacer las cosas, el director tiene la posibilidad y la responsabilidad de ejercer su liderazgo para el cambio hacia la calidad. Lograr una cultura de calidad en la escuela, precisa, además del liderazgo del director, del trabajo armónico y sistemático de los maestros, los alumnos y los padres de familia.

Los pilares en la educación.



Los cinco pilares de la educación:

Aprender a Comprender combinando una cultura general lo suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en ciertas materias, para dominar las herramientas del conocimiento que permitan vivir dignamente y lograr un aporte propio a la sociedad; lo que supone, además, aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida. Este pilar hace énfasis en los métodos que se deben utilizar para conocer y asegura que todas las personas deben disfrutar el conocer, el comprender y el descubrir.

Aprender a Hacer a fin de adquirir no sólo una cualificación personal (en el sentido de habilidades) sino competencias que, en el marco de distintas experiencias sociales o de trabajo, capaciten a la persona para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo, tomar decisiones y crear sinergias, donde lo importante es el grado de creatividad que cada uno es capaz de aportar.

Aprender a Ser para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Para ello no se debe menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitud para comunicar, etc.

Aprender a Convivir con el medio ambiente y con los demás integrantes de nuestra sociedad, trabajando en proyectos comunes y desarrollando el auto-conocimiento que sirva de origen para el descubrimiento y la comprensión del otro y para la percepción de las formas de interdependencia –realizando proyectos comunes y preparándose para tratar los conflictos- que devienen en la empatía, respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.

Aprender a Trascender proponiendo las condiciones que permitan proyectar el devenir de los integrantes de la Escuela Tomás Alva Edison más allá de las fronteras físicas o temporales; mediante la adquisición, desarrollo y fomento de hábitos que procuren el bien común en un marco ético de equidad y justicia.

Nuevas Adicciones a las tecnologías



JOVENES CIBERADICTOS
El perfil del adicto a internet o ciberadicto se corresponde al joven que reúne las siguientes características: siente gran satisfacción o euforia cuando esta frente a un ordenador y busca todas las sensaciones nuevas que le ofrece la red; piensa en internet cuando está haciendo otras cosas y se siente preocupado por lo que ocurre en la red; suele tener en secreto o miente sobre el tiempo real que pasa conectado a la red- que puede llegar a ser de 20 a 40 horas semanales o más-; descuida la vida de relación con la familia, amigos, estudio o trabajo, y destina todas las horas de ocio a conectarse a internet (es capaz de robar horas de sueño y quedarse sin comer solo por navegar); cuando pasa un tiempo sin estar en la red está inquieto, angustiado o deprimido, e intenta “cortar” con la red y no lo consigue, porque es incapaz de controlar el uso de la conexión.
Este perfil del ciberadicto es superponible a los perfiles del teleadicto, videojuegoadicto, moviladicto etc. Hoy en día en psiquiatría hablamos de “personalidades poliadictivas o multiimpulsivas”, es decir, que el joven adicto a un tipo de pantalla fácilmente se hará adicto a otras; al igual que sucede con las adicciones a sustancias químicas, en las que se solapan las drogas de consumo o se asciende (“fenómeno de la  escalera”) a cada una de ellas cada vez más adictiva. Así, por ejemplo, del alcohol se pasa al tabaco, del tabaco a la marihuana, de la marihuana a la cocaína y así sucesivamente.
Entre los factores predisponentes para convertirse en adicto a las pantallas destacan las dificultades de relación, la falta de encaje social o escolar y la carencia de cuidados parentales (niños solitarios o de “la llave” que cuando llegan a su casa nadie les espera). Por sexos, los adolescentes varones son más propensos al juego (ludopatías) y a la pornografía, mientras que las mujeres lo son a las amistades personales más íntimas que se encuentran en internet. En cuanto al tipo de juego o contenido, cabe señalar que cuanta más interactividad haya, mayor es el riesgo de adicción. Los síntomas generales son comunes: aislamiento progresivo, incomunicación con amigos y familiares, agresividad, bajo rendimiento escolar o laborar etc. Es fácil que este adolecente utilice las pantallas para escapar de sus problemas personales. Algunos adictos realizan movimientos voluntarios o involuntarios de las manos y de los dedos similares a los que efectúan con un teclado o unos mandos.
Los padres han de estar atentos a los incipientes síntomas que conducen a la adicción, y han de  fomentar la relación social del adolecente tímido e inhibido que rehúsa los contactos con sus amistades. Asimismo, deben participar con el hijo adolecente en el uso de las pantallas (búsqueda conjunta de información, juegos interactivos en familia, etc.). No han de permitir que el hijo se aísle en su habitación, arropado por instrumentos electrónicos – que deben ubicarse en lugares comunes de la casa: sala de estar, rincón del pasillo, etc.-.Deben tener conocimiento de los productos que utiliza el adolecente (contenido de los juegos, acceso a páginas de internet, etc.). Con estas y otras medidas de puro sentido común evitaremos que la ciberadiccion se cuele en nuestras casas.
“Psicología de la familia, conocernos más para convivir mejor” (Paulino Castells) Ediciones CEAC, 2008