JOVENES CIBERADICTOS
El perfil del
adicto a internet o ciberadicto se corresponde al joven que reúne las
siguientes características: siente gran satisfacción o euforia cuando esta
frente a un ordenador y busca todas las sensaciones nuevas que le ofrece la
red; piensa en internet cuando está haciendo otras cosas y se siente preocupado
por lo que ocurre en la red; suele tener en secreto o miente sobre el tiempo
real que pasa conectado a la red- que puede llegar a ser de 20 a 40 horas
semanales o más-; descuida la vida de relación con la familia, amigos, estudio
o trabajo, y destina todas las horas de ocio a conectarse a internet (es capaz
de robar horas de sueño y quedarse sin comer solo por navegar); cuando pasa un
tiempo sin estar en la red está inquieto, angustiado o deprimido, e intenta “cortar”
con la red y no lo consigue, porque es incapaz de controlar el uso de la
conexión.
Este perfil
del ciberadicto es superponible a los perfiles del teleadicto, videojuegoadicto,
moviladicto etc. Hoy en día en psiquiatría hablamos de “personalidades poliadictivas
o multiimpulsivas”, es decir, que el joven adicto a un tipo de pantalla
fácilmente se hará adicto a otras; al igual que sucede con las adicciones a
sustancias químicas, en las que se solapan las drogas de consumo o se asciende
(“fenómeno de la escalera”) a cada una
de ellas cada vez más adictiva. Así, por ejemplo, del alcohol se pasa al tabaco,
del tabaco a la marihuana, de la marihuana a la cocaína y así sucesivamente.
Entre los
factores predisponentes para convertirse en adicto a las pantallas destacan las
dificultades de relación, la falta de encaje social o escolar y la carencia de
cuidados parentales (niños solitarios o de “la llave” que cuando llegan a su
casa nadie les espera). Por sexos, los adolescentes varones son más propensos
al juego (ludopatías) y a la pornografía, mientras que las mujeres lo son a las
amistades personales más íntimas que se encuentran en internet. En cuanto al
tipo de juego o contenido, cabe señalar que cuanta más interactividad haya,
mayor es el riesgo de adicción. Los síntomas generales son comunes: aislamiento
progresivo, incomunicación con amigos y familiares, agresividad, bajo
rendimiento escolar o laborar etc. Es fácil que este adolecente utilice las
pantallas para escapar de sus problemas personales. Algunos adictos realizan
movimientos voluntarios o involuntarios de las manos y de los dedos similares a
los que efectúan con un teclado o unos mandos.
Los padres
han de estar atentos a los incipientes síntomas que conducen a la adicción, y
han de fomentar la relación social del
adolecente tímido e inhibido que rehúsa los contactos con sus amistades.
Asimismo, deben participar con el hijo adolecente en el uso de las pantallas (búsqueda
conjunta de información, juegos interactivos en familia, etc.). No han de
permitir que el hijo se aísle en su habitación, arropado por instrumentos
electrónicos – que deben ubicarse en lugares comunes de la casa: sala de estar,
rincón del pasillo, etc.-.Deben tener conocimiento de los productos que utiliza
el adolecente (contenido de los juegos, acceso a páginas de internet, etc.).
Con estas y otras medidas de puro sentido común evitaremos que la ciberadiccion
se cuele en nuestras casas.
Los medios tecnológicos son grandes herramientas para el trabajo y hasta para pasar el tiempo, pero todo tiene un equilibrio, por eso es necesario usarlo de manera correcta sin llegar a una obseción de no separarte del internet u otros artefactos; excelente información. :)
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